LA PASCUA DE JESÚS RESUCITADO…
abre un camino nuevo para todos los que creemos en él. Gozosamente, en la noche de Pascua iniciamos un tiempo de cincuenta días en el que recordamos una y otra vez que él vive en nosotros, y que nos ha dado su Espíritu, y que merece la pena que lo tengamos muy presente en nuestras vidas.
Sí; merece la pena que en todo lo que hacemos se note que somos seguidores suyos, y que queremos llevar a todas partes aquel amor que él vivió, y que él nos enseño, y por el que él murió.
Pero este camino nuevo que Jesús ha abierto, no es sólo para los creyentes. “El Espíritu del Señor llena la tierra”, cantaremos el día final de la cincuentena de Pascua, el día de Pentecostés. El Espíritu de Jesús está en todas partes y, por ello, podemos decir que la Pascua de Jesús es la Pascua del mundo. En este mundo dolorido y perplejo, Jesús está presente. Está presente a través de nosotros, los creyentes, y está presente también a través de todos los signos de buena voluntad y de servicio a los demás que
tantas personas, sin conocer a Jesús, llevan a cabo en todos los rincones del planeta.
¡Feliz Pascua de Resurrección! ¡¡ALELUYA!!